Cuántas veces te ha pasado lo siguiente? Te has retirado de la mano – sólo tenías dos cartas basura – y no tienes nada que hacer más que mirar a los demás jugadores terminar la mano…y, dado que no estás envuelto, ni económica, ni emotivamente, puedes decir exactamente lo que tiene cada uno de tus rivales.
Por ejemplo, es obvio para ti que uno de los jugadores tiene una mano monstruosa. Y miras, fascinado, como otro jugador apuesta contra esa mano monstruosa…y para completar el error, ves como acepta una subida en el river y termina perdiendo aún más dinero.
Antes de que se vean las cartas del ganador, en tu mente ya las has visto; por lo que no te sorprende nada cuando las dan vuelta.
Antes de que se vean las cartas del ganador, en tu mente ya las has visto; por lo que no te sorprende nada cuando las dan vuelta.
¿Por qué las manos son tan fáciles de leer cuando no estás participando de la misma? ¡Buena pregunta!
¿Por qué son tan difíciles de leer cuando estás envuelto? ¡Otra buena pregunta!
El poker es un juego de errores. Aquel jugador que comete menos errores, menos malas lectura, menos estupideces, es el que se queda con el dinero.
Hay un ejercicio que suelo hacer de vez en cuando y que me parece recomendable. Si eres como la mayoría de los jugadores – yo incluido – no serás capaz de mantener el ejercicio durante mucho tiempo. Por lo general durarás unas pocas manos…
El ejercicio consiste en intentar ver el juego como si fuera una película y tú fueras el director. Tú no eres un jugador; sino el director, y ves la partida a través de una cámara instalada sobre tu hombro…
Mantén esa idea durante todo el tiempo que puedas. Mírate jugar a través de esa cámara, justo por encima de tu hombro. La cámara puede ver a todos los demás jugadores y también puede ver tus cartas.
La cámara sigue a todos los jugadores, cuando llega su turno, a la vuelta de la mesa…súbitamente, los motivos de todos para seguir sus acciones se ven revelados…Incluidos los tuyos… Para tu sorpresa, te encontrarás diciéndote a ti mismo: “¿Para qué hice eso? ¡Fue una estupidez! El jugador de la ciega grande, obviamente, tiene la mejor mano…”
Ahora, pensando como el director de la película, puedes decirle al actor que estaría interpretando tu papel, que salga huyendo a toda velocidad de esa mano.
El ejercicio habrá sido exitoso cuando el jugador de la ciega grande de vuelta exactamente las cartas que el director pensaba que tenía.
Ahora has hecho lo que no podías hacer antes. Has jugado la mano como si no estuvieras envuelto en ella. Y has ahorrado parte de tu dinero.
No esperes ser capaz de mantener ese ejercicio durante mucho tiempo. Lleva años de práctica. Pero si puedes hacerlo sólo durante unas pocas manos cada noche, la diferencia en tu juego será significativa. El poker será un juego de errores para los otros jugadores, no para ti…
¿Por qué son tan difíciles de leer cuando estás envuelto? ¡Otra buena pregunta!
El poker es un juego de errores. Aquel jugador que comete menos errores, menos malas lectura, menos estupideces, es el que se queda con el dinero.
Hay un ejercicio que suelo hacer de vez en cuando y que me parece recomendable. Si eres como la mayoría de los jugadores – yo incluido – no serás capaz de mantener el ejercicio durante mucho tiempo. Por lo general durarás unas pocas manos…
El ejercicio consiste en intentar ver el juego como si fuera una película y tú fueras el director. Tú no eres un jugador; sino el director, y ves la partida a través de una cámara instalada sobre tu hombro…
Mantén esa idea durante todo el tiempo que puedas. Mírate jugar a través de esa cámara, justo por encima de tu hombro. La cámara puede ver a todos los demás jugadores y también puede ver tus cartas.
La cámara sigue a todos los jugadores, cuando llega su turno, a la vuelta de la mesa…súbitamente, los motivos de todos para seguir sus acciones se ven revelados…Incluidos los tuyos… Para tu sorpresa, te encontrarás diciéndote a ti mismo: “¿Para qué hice eso? ¡Fue una estupidez! El jugador de la ciega grande, obviamente, tiene la mejor mano…”
Ahora, pensando como el director de la película, puedes decirle al actor que estaría interpretando tu papel, que salga huyendo a toda velocidad de esa mano.
El ejercicio habrá sido exitoso cuando el jugador de la ciega grande de vuelta exactamente las cartas que el director pensaba que tenía.
Ahora has hecho lo que no podías hacer antes. Has jugado la mano como si no estuvieras envuelto en ella. Y has ahorrado parte de tu dinero.
No esperes ser capaz de mantener ese ejercicio durante mucho tiempo. Lleva años de práctica. Pero si puedes hacerlo sólo durante unas pocas manos cada noche, la diferencia en tu juego será significativa. El poker será un juego de errores para los otros jugadores, no para ti…
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