Son muchas las habilidades que debe tener el buen jugador de poker, pero uno de los elementos más importantes es psicológico por naturaleza. Un jugador de poker bueno y habilidoso tendrá las herramientas necesarias para leer a los demás jugadores y así saber que cartas tienen.
Primero que nada, un buen jugador de poker no puede ser egocéntrico al jugar poker. Cuando un jugador de poker ganador entra en un torneo, él o ella logra de inmediato una empatía con los otros jugadores en la partida. Él o ella se toma el tiempo para pensar cómo piensan los demás jugadores, y para entender las decisiones que ellos toman basándose en quiénes son los jugadores y por qué toman esas decisiones.
Primero que nada, un buen jugador de poker no puede ser egocéntrico al jugar poker. Cuando un jugador de poker ganador entra en un torneo, él o ella logra de inmediato una empatía con los otros jugadores en la partida. Él o ella se toma el tiempo para pensar cómo piensan los demás jugadores, y para entender las decisiones que ellos toman basándose en quiénes son los jugadores y por qué toman esas decisiones.
Un jugador de poker hábil siempre considerará cosas como ser:
¿Qué cartas tiene mi adversario?
¿Qué tipo de mano cree mi oponente que tengo?
¿Por qué mi oponente piensa eso respecto a mi mano?
Formular y responder estas preguntas es una parte integral de cualquier estrategia de poker. Un jugador de poker habilidoso puede manipular a los demás jugadores a través del blofeo, trucos, y combinando estas jugadas.
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